¿Cómo dice usted?: ¿el agua o la agua? Sí, dice “el agua”. Y cómo debe ser: ¿el agua frío o el agua fría? Claro, dice “el agua fría”. Ahora, preguntémonos por qué junto a un sustantivo femenino como es “agua” se usa un artículo masculino y un adjetivo femenino; si siguiéramos la norma de concordancia, ¿no deberíamos decir “la agua fría”?
Debido a que “agua” comienza en “a” tónica, si pronunciamos “la agua”, la vocal “a” final e inicial respectivamente de cada palabra se ligan en /lagua/, produciéndose una cacofonía. Por esta razón, y para crear una expresión eufónica, nuestro idioma permite la licencia de cambiar el artículo femenino por uno masculino, de modo que tenemos “el agua fría”.
Miguel Carneiro (1997, p. 85) nos precisa la regla que debemos seguir: los sustantivos femeninos que empiezan con “a” tónica son precedidas por el artículo masculino para evitar la cacofonía. José Moreno (2003, pp. 644-645) nos informa que esta prescripción para lograr la eufonía se publicó desde hace siglos en la gramática española.
Aplicando la regla, debemos decir “el aula limpia” y “un aula amplia”, pero debemos mantener los artículos femeninos en “las aulas” y en “unas aulas” simplemente porque aquí ya no se presenta lo cacofónico. La regla tampoco se aplica si entre el artículo y el sustantivo femenino singulares se inserta un adjetivo, como ocurre en “la nueva aula”, “la amplia aula”, “la cómoda aula”. La regla no es aplicable a sustantivos femeninos cuya sílaba tónica no sea la “a” inicial, como en avenida y avestruz.
Veamos un listado de palabras en las cuales se aplica la regla:
acta: el acta, las actas;
águila: el águila, las águilas, la sorprendente águila;
ala: las alas, el ala caída, la caída ala;
alma: el alma, las almas, la grandiosa alma;
arca: el arca, las arcas, la enorme arca;
área: el área seleccionada, un área, las áreas, la sombreada área;
arma: el arma, un arma, las armas, la pequeña arma;
arpa: el arpa, las arpas, la lujosa arpa;
ave: el ave, las aves, la hermosa ave;
habla: las hablas, el habla registrada, la registrada habla;
hada: el hada, las hadas, la generosa hada;
hambre: el hambre, las hambres; la saciada hambre.
Con respecto al artículo indefinido “un” que antecede a un femenino, Moreno (2003, p. 645) indica que en nuestra normativa subsiste, sin embargo, una imprecisión, pues en el Esbozo de una nueva Gramática de la lengua española (de 1973) se anota: “como femenino se emplea un, y bastantes menos veces una, ante nombre sustantivo femenino singular que empieza por el fonema vocálico /a/, escrito a- o ha-, cuando posee acento de intensidad y sigue inmediatamente el indefinido: un ave, un aria”. Y sugiere este autor que, a pesar de existir varios ejemplos del uso del artículo “un” con sustantivos femeninos en la literatura clásica, “hace falta un buen estudio sobre la preferencia (de un o una) en los buenos escritores contemporáneos”.
El arte poética
Quizá alguien se haya preguntado si lo correcto es decir “el arte poético” o “el arte poética”. La tarea es, primero, conocer el género de “arte”. En el DRAE tenemos: “(Del lat. ars, artis). amb.”, ambiguo, de manera que la palabra puede presentarse con artículos de los dos géneros, como en el arte abstracto, el arte cinematográfico, y las bellas artes. Como en la misma entrada observamos “arte poética”, podemos decir entonces que en virtud de la regla revisada acerca de la eufonía, lo correcto es “el arte poética”. Así lo emplean, por ejemplo, Giovanna Minardi en el título de su ensayo sobre nuestro célebre cuentista, “El arte poética de Julio Ramón Ribeyro”; y Alma La Fuente , en la Presentación de su libro de teoría literaria: “El mundo latino nos dejó también un Arte Poética, la célebre Epístola a los Pisones en la cual Horacio señala las características y dificultades de cada género con el fin de aleccionar a los jóvenes hijos del noble Pisón, escritores noveles”.
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Carneiro Figueroa, M. (1997). Manual de redacción superior. Lima: San Marcos.
Moreno de Alba, J. G. (2003). Suma de minucias del lenguaje. México: Fondo de Cultura Económica. Colec. Lengua y Estudios Literarios.
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